Aunque a veces no lo parezca, no todo el mundo tiene conexión a Internet. Según los últimos datos de Internet World Stats, referentes al año 2015, sólo el 28% de la población de África tiene acceso a la red. En Asia este porcentaje llega al 40%; en el continente americano, al 67%; y en Europa, al 73%.
Ante esta situación, en el 2016 Google pretende expandir el llamado proyecto Loon, una iniciativa que tiene por objetivo que todo el mundo tenga conexión a Internet gracias a una red de globos de helio. Unos globos que flotan en la estratosfera, a veinte quilómetros de altitud, y que funcionan con energía solar, desplazándose con el viento. Es un proyecto pensado para que haya Internet en zonas remotas o rurales, zonas sin cobertura o afectadas por catástrofes.
Por su parte, Facebook utiliza un dron gigante, bajo el nombre de Aquila, que funciona con energía solar y que también pretende extender el acceso a Internet para todo el mundo. Aquila tiene forma de bumerán, con medidas similares a las de un avión comercial Boeing 737 y un peso de casi 400 quilos.
Mientas los gigantes de la comunicación compiten para llegar allá donde hasta ahora no había conexión, lo que está claro es que los lugares sin Internet tienen las horas contadas.
Los países subdesarrollados, especialmente los africanos, se podrán beneficiar de un mejor acceso a Internet y podrán luchar por tener una economía más conectada, más competitiva. Ahora bien, será difícil escapar de un mundo hiperconectado. Si tenemos ganas de desconectar, lo mejor será apagar el móvil.
FOTO PORTADA: NEGATIVE SPACE. UNSPLASH.
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